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17 ene 2010

"El buen alcalde", de Andrew Nicoll

En mi próximo IMM, aparecerá este libro SEGURO. La reseña tendrá que esperar, pero opino que puede ser una gran novela de este "debutante": Andrew Nicoll.

EL BUEN ALCALDE


Sinópsis:

El buen Tibo Krovic está perdidamente enamorado de Agathe Stopak. Sueña con ella, languidece por ella, aspira cada mañana su perfume, espera su taconeo con impaciente ardor... Pero Agathe está casada y el buen Tibo Krovic, alcalde del pueblo, tiene que dar ejemplo de corrección. Hasta que un día, seguramente inspirado por Mamma Cesare, hechicera de larga estirpe y dueña del mejor café del pueblo, o tal vez por la propia patrona de Dot, la barbuda santa Walpurnia, Tibo tiene la audacia de invitar a Agathe a comer. Durante meses, cada mediodía, los dos se sentarán a la misma mesa y se mirarán con absoluta adoración de enamorados. Pero ¿qué le ocurre al alcalde? ¿Por qué no acaricia las aterciopeladas mejillas de Agathe, por qué no besa sus labios entreabiertos, por qué no le declara su pasión? ¿Acaso Tibo no sabe que ella lleva mucho tiempo esperando?


El autor: ANDREW NICOLL

Nació en 1962 en la ciudad escocesa de Dundee. A pesar de un antiguo intento de dedicarse al oficio de leñador, su verdadera dedicación ha sido siempre la escritura, ya fuera como periodista político, encargado de cubrir las sesiones del Parlamento escocés para The Sun, o como autor de poemas y relatos cortos que ha ido publicando a lo largo del tiempo en revistas como New Writing Scotland. Su primera novela que ha visto la luz ha sido El buen alcalde, inspirada por un sueño que tuvo, y en cuya escritura invirtió dieciocho meses de viajes en tren a su trabajo en Edimburgo y de vuelta a casa. Ha sido traducida a numerosos idiomas y ha merecido el premio de la Saltire Society al mejor debut literario del año 2008. Andrew Nicoll está casado y tiene tres hijos.


Ficha:

Título original: 'The Good Major: a Novel'
Autor: Andrew Nicoll
Editorial: Ediciones B
A la venta el 10/03/10


Entrevista al autor:

Andrew Nicoll: «El amor es la condición natural del ser humano.»



Conoce alguna ciudad que se parezca a Dot?
¡Pero es que yo vivo en Dot! Aquí puedo decirlo porque ninguno de mis vecinos leerá esta entrevista, pero lo cierto es que Dot es una versión ligeramente cambiada de mi ciudad natal, Dundee. La situé un poco más al Norte y al Este para que fuera un lugar alejado y poco conocido. Intenté que la ubicación resultara lo más anónima posible, lo mismo que la época en la que transcurre la acción, porque es una historia sobre personas, y las personas son siempre las mismas, en todo tiempo y lugar.

¿Se planteó desde el principio que la novela tuviera un aire de fábula o de cuento de hadas?
Sí, supongo que sí. Soñé un día con una idea para un relato y me puse a redactarlo en el tren, camino del trabajo. Al cabo de dieciocho meses, tenía una novela. No pensaba que me fuera a ocupar más de 10 páginas, pero la historia cobró vida y adquirió su propio tono.

Es una novela sobre el amor, pero también sobre las trampas del amor, los errores que cometemos cuando elegimos a quien amar, cuando nos sentimos solos, sobre nuestra mala interpretación de las señales. ¿Por qué resulta tan difícil encontrar el verdadero amor?
Bueno, yo no soy ningún experto. A mi esposa la conocí en el colegio, y llevamos más de 20 años casados. Pero es evidente que todos nos engañamos. Todos los países tienen una parte de autoengaño en su historia. Aunque no sólo los países camuflan su pasado. La historia que nos inventamos para explicar por qué nuestra vida es como es tiene mucho de autoengaño. Por eso es difícil encontrar una pareja a quien amar.

En esta novela la comida ocupa un lugar importante: los personajes cocinan, saborean la comida, los olores les despiertan el apetito… Lo cierto es que no se puede leer sin sentirse hambriento.
En casa siempre cocino yo. ¡Mi esposa no podría encontrar el camino a la cocina ni con una brújula! Y me gustan los platos contundentes, fuertes: una buena sopa, un estofado de buey, un asado de cerdo con una crujiente costra. ¡Todas esas comidas tan sabrosas que desaconseja el médico!

Tibo es un personaje un tanto extraño. En la mayoría de las novelas es la mujer la que aguarda pacientemente mientras él prueba y se equivoca, hasta encontrar a la mujer adecuada. Pero en su novela es Tibo quien espera a que Agahta vuelva a él, porque no le interesa ninguna otra mujer.
Siempre me sorprende que las mujeres se consideren diferentes de los hombres, que piensen que sólo ellas tienen sentimientos. Eso no es cierto. Hombres y mujeres somos iguales, aunque no respondamos de la misma manera. Los hombres también sufrimos, lo que pasa es que no nos está permitido mostrarlo. Me temo que este libro se publicará con cubiertas cada vez más edulcoradas (aunque todavía no he visto la cubierta española), y esto probablemente desanimará a los lectores. Pero la reacción de los hombres que han leído la novela me ha sorprendido. Mi médico la leyó antes de que se publicara, cuando yo todavía no había encontrado una editorial. Lo que hizo fue imprimirla y colocarla en su estantería de “libros que te cambian la vida”, junto con Trampa 22 y otros títulos. Y se ofreció a imprimirlo con su propio dinero, un gesto de gran generosidad.

¿Buscaba un final feliz? ¿Resultó difícil acabar la historia o ya había soñado el final?
Sabía bastante bien cómo quería que acabara, aunque el sueño era mucho más breve que el libro, pero desde el primer momento supe que habría un perro.

¿Espera que otro sueño le inspire la segunda novela?
No, sólo me faltan unas diez páginas para acabar mi segundo libro. Espero que guste, pero es muy diferente de la historia que transcurre en Dot. Éste es como un café negro, como el chocolate amargo. Es sobre un autor de éxito en un estado policial brutal de Sudamérica. Se ha quedado sin inspiración, pero está convencido de que todo volverá a ser como antes si consigue enrollarse con una chica muy guapa que asiste a la universidad donde él trabaja. Por supuesto, no es así como funcionan las cosas.

Y por último, ¿puede dedicar unas palabras a nuestros lectores? ¿Qué encontrarán en esta novela?

Bueno, es sólo una historia, pero confío en que tenga un mensaje para los lectores. Al acabar el libro, entenderán que el amor es aburrido, es cotidiano, es la condición natural del ser humano, la marca que llevamos impresa desde nuestro nacimiento pero que sólo los mejores se atreven a leer. Y aun cuando leamos ese mensaje a alguien incapaz de entenderlo, lo llevamos inscrito en nuestro ser, como los anillos en el tronco, como los surcos en la concha. Forma parte de nosotros, y va marcando los años, el crecimiento y las sequías, aunque nadie lo vea hasta que el árbol se corta.



Fuente: circulo.es

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